jueves, 31 de julio de 2008

31 DE JULIO: MEMORIA OBLIGATORIA DE SAN IGNACIO DE LOYOLA


FRAGMENTO DE LOS EJERCICIOS DE SAN IGNACIO (Están en el castellano de la época)


[230] CONTEMPLACIÓN PARA ALCANZAR AMOR.

Nota. primero conviene advertir en dos cosas:

La primera es que el amor se debe poner más en las obras que en las palabras.

[231] La 2ª, el amor consiste en comunicación de las dos partes, es a saber, en dar y comunicar el amante al amado lo que tiene o de lo que tiene o puede, y así, por el contrario, el amado al amante; de manera que si el uno tiene sciencia, dar al que no la tiene, si honores, si riquezas, y así el otro al otro. Oración. Oración sólita.

[232] 1º preámbulo. Primer preámbulo es composición, que es aquí ver cómo estoy delante de Dios nuestro Señor, de los ángeles, de los sanctos interpelantes por mí.

[233] 2º preámbulo. El segundo, pedir lo que quiero: será aquí pedir cognoscimiento interno de tanto bien recibido, para que yo enteramente reconosciendo, pueda en todo amar y servir a su divina majestad.

[234] 1º puncto. El primer puncto es traer a la memoria los beneficios rescibidos de creación, redempción y dones particulares, ponderando con mucho afecto quánto ha hecho Dios nuestro Señor por mí y quánto me ha dado de lo que tiene y consequenter el mismo Señor desea dárseme en quanto puede según su ordenación divina. Y con esto reflectir, en mí mismo, considerando con mucha razón y justicia lo que yo debo de mi parte offrescer y dar a la su divina majestad, es a saber, todas mis cosas y a mí mismo con ellas, así como quien offresce affectándose mucho: Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer; Vos me lo distes, a Vos, Señor, lo torno; todo es vuestro, disponed a toda vuestra voluntad; dadme vuestro amor y gracia, que ésta me basta.

[235] El segundo mirar cómo Dios habita en las criaturas, en los elementos dando ser, en las plantas vejetando, en los animales sensando, en los hombres dando entender; y así en mí dándome ser, animando, sensando, y haciéndome entender; asimismo haciendo templo de mí seyendo criado a la similitud y imagen de su divina majestad; otro tanto reflitiendo en mí mismo, por el modo que está dicho en el primer puncto o por otro que sintiere mejor. De la misma manera se hará sobre cada puncto que se sigue.

[236] El tercero considerar cómo Dios trabaja y labora por mí en todas cosas criadas sobre la haz de la tierra, id est, habet se ad modum laborantis. Así como en los cielos, elementos, plantas, fructos, ganados, etc., dando ser, conservando, vejetando y sensando, etc. Después reflectir en mí mismo.

[237] El quarto: mirar cómo todos los bienes y dones descienden de arriba, así como la mi medida potencia de la summa y infinita de arriba, y así justicia, bondad, piedad, misericordia, etc., así como del sol descienden los rayos, de la fuente las aguas, etc. Después acabar reflictiendo en mí mismo según está dicho. Acabar con un coloquio y un Pater noster.

miércoles, 30 de julio de 2008

INFORME SOBRE LA PENA DE MUERTE

En un informe publicado en marzo de 2008 por Amnistía Internacional, “Condenas a muerte y ejecuciones en 2007”, ha revelado que en 2007 fueron ejecutadas al menos 1.200 personas y ha expresado su gran preocupación...
... por la ejecución en secreto de muchas más a manos del Estado en países como China, Mongolia y Vietnam.
Sin embargo, la tendencia hacia la abolición de la pena de muerte a escala mundial parece imparable. 135 países son abolicionistas en su legislación y en la práctica desde 1990, y a finales de 2007 se aprobaba la resolución de Naciones Unidas sobre una suspensión mundial de las ejecuciones.
Entre 18.000 y 27.000 personas siguen condenadas a muerte en todo el mundo. A lo largo del año 2007 fueron ejecutadas al menos 1.252 personas en 24 países. Al menos 3.347 personas fueron condenadas a muerte en 51 países. Estas cifras son sólo mínimas; las cifras reales son, sin duda, mucho más elevadas.

En el año 2007, el 88 por ciento de las ejecuciones conocidas fueron realizadas en cinco países: Arabia Saudí, China, Estados Unidos, Irán y Pakistán. Arabia Saudí tenía el índice más alto de ejecuciones per cápita, seguido de Irán y Libia.

En 2007, las autoridades de China se negaron de nuevo a publicar estadísticas sobre el uso de la pena de muerte por parte del gobierno, de forma que la comunidad internacional siguió ignorando el número de ejecuciones consumadas. Amnistía Internacional considera probable que hayan disminuido de forma considerable durante 2007, tras haberse restaurado el 1 de enero el requisito de que el Tribunal Supremo Popular revise todas las condenas a muerte. A lo largo del año 2007, Amnistía Internacional registró 470 ejecuciones, pero esa cifra se basa en informes públicos y se toma como número mínimo absoluto. La Fundación Dui Hua, con sede en Estados Unidos, estima que, según cifras facilitadas por funcionarios del país, el año pasado se ejecutó a 6.000 personas. En un país tan extenso como China, con estrictos controles gubernamentales en torno a la información y los medios de comunicación, sólo las autoridades conocen la realidad del uso de la pena de muerte.
En junio de 2007, las autoridades afirmaron que las condenas a muerte se habían reducido en un 10 por ciento a consecuencia de las revisiones del Tribunal Supremo Popular, pero no facilitaron cifras que sustentaran ese dato. Las revisiones del Tribunal Supremo Popular incrementan el tiempo transcurrido entre la imposición de la pena y la ejecución, por lo que éstas pueden haber sufrido retrasos considerables a lo largo del año. Amnistía Internacional se congratula de cualquier descenso en el número de ejecuciones del país que más emplea la pena capital de todo el mundo. Sin embargo,  Pekín se prepara para albergar los Juegos Olímpicos; por lo que instamos al gobierno chino a poner fin al secretismo con el que trata el uso de la pena de muerte y a facilitar información detallada al respecto. Sólo de ese modo se podrá entablar un debate pleno e informado sobre la adecuación del empleo de la pena de muerte.
En 2007, Irán ejecutó al menos a 317 personas, Arabia Saudí a 143 y Pakistán a 135. En todos estos casos, las cifras son estimaciones mínimas. En Estados Unidos se llevaron a cabo 42 ejecuciones en 10 estados.
La cifra total de personas condenadas a muerte y en espera de ejecución es difícil de determinar. A finales de 2007 se calculaba que oscilaba entre 18.311 y 27.562, según la información de grupos de derechos humanos y medios de comunicación, y de las limitadas cifras oficiales disponibles.
Durante 2007, en Irán, Arabia Saudí y Yemen ejecutaron a personas por delitos cometidos cuando tenían menos de 18 años de edad. En Irán, Mohammad Mousawi (ejecutado el 22 de abril), Sa’id Quanbar Zahi (ejecutado el 27 de mayo), Babak Rahimi (ejecutado el 17 de octubre)  Hossein (se ignora el apellido, fue ejecutado el 17 de octubre)  Mohammad Reza Turk, ( ejecutado el 15 de noviembre), Makwan Moloudzadeh (ejecutado el 4 de diciembre) y Amir Houshang Fazlollahzadeh. En Arabia Saudí  fueron ejecutados Dhahian Rakan al-Sibai’I (ejecutado el 21 de julio de 2007) y Mu'ir al-Hakimi. En Yemen, Adil Muhammad Saif al-Ma’amari, con 16 años en el momento del delito, fue ejecutado en febrero de 2007.
Autor: solidaridad.net- Fecha: 2008-07-28



  En el vídeo anterior vemos una  "atracción" del Parque italiano de Luna Park, en las afueras de Milán, que por fin ha sido prohibida. Por el módico precio de un euro los papás con sus tiernas criaturas pueden asistir a la escenificación de la pena de muerte en la silla eléctrica,  reproducida por un muñeco muy natural, que según parece hasta lanza gritos, además de humo al tostarse en la silla. También se escucha alguna risa paterna e infantil de fondo al contemplar esto. Todo un ejemplo de virtudes para inculcar a la prole. Cuando esos papás sean mayores y molesten o pierdan el sentido, las tiernas criaturitas ya saben qué hacer con ellos. Por supuesto el invento viene de Estados Unidos, no podía ser menos.

martes, 29 de julio de 2008

29 DE JULIO: MEMORIA OBLIGATORIA DE SANTA MARTA


TEXTO DEL OFICIO DE LECTURA DE LA MEMORIA DE SANTA MARTA
Dichosos los que pudieron hospedar al Señor en su propia casa

San Agustín, obispo

(Sermón 103,1-2.6: PL 38,613.615)
Las palabras del Señor nos advierten que, en medio de la multiplicidad de ocupaciones de este mundo, hay una sola cosa a la que debemos tender. Tender, porque somos todavía peregrinos, no residentes; estamos aún en camino, no en la patria definitiva; hacia ella tiende nuestro deseo, pero no disfrutamos aún de su posesión. Sin embargo, no cejemos en nuestro esfuerzo, no dejemos de tender hacia ella, porque sólo así podremos un día llegar a término.
Marta y María eran dos hermanas, unidas no sólo por su parentesco de sangre, sino también por sus sentimientos de piedad; ambas estaban estrechamente unidas al Señor, ambas le servían durante su vida mortal con idéntico fervor. Marta lo hospedó, como se acostumbra a hospedar a un peregrino cualquiera. Pero, en este caso, era una sirvienta que hospedaba a su Señor, una enferma al Salvador, una criatura al Creador. Le dio hospedaje para alimentar corporalmente a aquel que la había de alimentar con su Espíritu. Porque el Señor quiso tomar la condición de esclavo para así ser alimentado por los esclavos, y ello no por la necesidad, sino por condescendencia, ya que fue realmente una condescendencia el permitir ser alimentado. Su condición humana lo hacía capaz de sentir hambre y sed.
Así, pues, el Señor fue recibido en calidad de huésped, él, que vino a su casa, y los suyos no lo recibieron; pero a cuantos lo recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, adoptando a los siervos y convirtiéndolos en hermanos, redimiendo a los cautivos y convirtiéndolos en coherederos. Pero que nadie de vosotros diga: «Dichosos los que pudieron hospedar al Señor en su propia casa». No te sepa mal, no te quejes por haber nacido en un tiempo en que ya no puedes ver al Señor en carne y hueso; esto no te priva de aquel honor, ya que el mismo Señor afirma: Cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis. Por lo demás, tú, Marta -dicho sea con tu venia, y bendita seas por tus buenos servicios-, buscas el descanso como recompensa de tu trabajo. Ahora estás ocupada en los mil detalles de tu servicio, quieres alimentar unos cuerpos que son mortales, aunque ciertamente son de santos; pero ¿por ventura, cuando llegues a la patria celestial, hallarás peregrinos a quienes hospedar, hambrientos con quienes partir tu pan, sedientos a quienes dar de beber, enfermos a quienes visitar, litigantes a quienes poner en paz, muertos a quienes enterrar?
Todo esto allí ya no existirá; allí sólo habrá lo que María ha elegido: allí seremos nosotros alimentados, no tendremos que alimentar a los demás. Por esto, allí alcanzará su plenitud y perfección lo que aquí ha elegido María, la que recogía las migajas de la mesa opulenta de la palabra del Señor. ¿Quieres saber lo que allí ocurrirá? Dice el mismo Señor, refiriéndose a sus siervos: Os aseguro que los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo.

ORACIÓN
Dios todopoderoso, tu Hijo aceptó la hospitalidad de santa Marta y se albergó en su casa; concédenos, por intercesión de esta santa mujer, servir fielmente a Cristo en nuestros hermanos y ser recibidos, como premio, en tu casa del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

lunes, 28 de julio de 2008

NOTICIA DE RELIGIÓN EN LIBERTAD: DESTITUÍDA LA CÚPULA DE LUMEN DEI

Luis F. Pérez/ ReL) La Santa Sede, por medio de un Decreto de la Congregación para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, con fecha 10 de julio de 2008, ha dado por concluido el mandato de todos los miembros del Consejo General de Unión Lumen Dei. Con fecha 14 de mayo pasado la misma Congregación nombró Comisario Pontificio para Unión Lumen Dei, con atribuciones de Presidente General, al Rdmo. D. Fernando Sebastián Aguilar, Arzobispo emérito de Pamplona. Con este nombramiento quedaba relevado de su cargo el P. Daniel Zavala, L.D. quien era hasta entonces Presidente General Provisional.

Recientemente la Congregación ha vuelto a recordar al P. Zavala el fin de su mandato y por tanto la obligación de abstenerse de tomar medidas en calidad de Presidente de Unión Lumen Dei. Tales actos serían ilegítimos e inválidos.

El Comisario Pontificio, por encargo de la Santa Sede, ha comunicado a los miembros del Consejo el fin de su mandato y además, en el ejercicio de sus facultades de Presidente General, ha relevado de sus cargos al Secretario General, a la Hna. Administradora General y a todos los Superiores intermedios. De todo ello han sido debidamente informados todos los miembros de Unión Sacerdotal Lumen Dei y Unión Lumen Dei.

Por su parte, en una carta dirigida a los fieles de Lumen Dei, Monseñor Fernando Sebastián desmiente las pretensiones del P. Zavala en el sentido de que su nombramiento por parte de Roma no era válido. Don Fernando explica la situación en los siguientes 5 puntos:

1. Unión Sacerdotal Lumen Dei es una Asociación Pública. Por lo tanto no habría ninguna objeción respecto de todo lo que es Unión Sacerdotal. Aun así el P. Zavala no reconoce la autoridad de la Santa Sede.

2. Los expertos consultados dicen que, aunque el Código no mencione esta medida al hablar de las asociaciones privadas, tampoco la excluye. En ninguna parte se dice que algo semejante no pueda hacerse cuando las circunstancias lo aconsejen.

3. También es innegable que Lumen Dei funciona como una sola Asociación, cuya naturaleza jurídica las mismas Constituciones la dejan abierta y en manos de la Santa Sede.

4. En cualquier caso, si se quiere impugnar la validez de mi nombramiento, como ha hecho el P. Zavala, habrá que esperar que alguien con autoridad superior a la Congregación, declare la nulidad, pero de ninguna manera esta nulidad puede ser decidida por un particular especialmente afectado. En concreto, solo la Signatura Apostólica tiene autoridad para invalidar el Decreto de la Congregación. La misma Signatura ha dicho que el recurso presentado no suspende la ejecución del Decreto de la Congregación y en consecuencia hay que tener por válido mi nombramiento mientras la Signatura no diga lo contrario. El P. Zavala hace prevalecer su opinión particular en contra de la autoridad de la Congregación y de la misma Signatura Apostólica. Yo le digo al P. Zavala que las decisiones de la Santa Iglesia las tenemos que obedecer con la misma prontitud, y aun mayor, con que inculcamos la obediencia a los Superiores internos de Lumen Dei.

5. La dificultad que aducen por la naturaleza privada de los bienes de PRODEIN y de Testimonio es también una dificultad sin fundamento. El Comisario Pontificio interviene en el gobierno de Unión Lumen Dei no como un agente exterior a Lumen Dei, sino como Presidente General, con las mismas atribuciones y con los mismos derechos y limitaciones como lo han hecho anteriormente los otros Presidentes Generales. Hay que saber que la Santa Sede, además de destituir al P. Zavala de su cargo de Presidente General, le ha prohibido expresamente que se presente y actúe como tal, y además ha destituido a todos los Consultores miembros del Consejo General. Por encargo de la Santa Sede, yo les he comunicado oficialmente esta decisión.

Monseñor Sebastián asegura "que nos encontramos ante una situación grave de desobediencia a la Santa Sede, que los miembros de Lumen Dei tienen que conocer para poder alinearse en conciencia con la autoridad y la comunión con la Santa Iglesia Católica que en este momento, en Lumen Dei, representa el Comisario Pontificio. En consecuencia, hoy, los miembros de Lumen Dei que quieran estar en comunión con la Iglesia católica, tienen que aceptar el nombramiento del Comisario Pontificio"

Publicado el 28 Julio 2008 en www.religionenlibertad.com


CONTINÚAN LAS OBRAS EN LA PLAZA DE LA IGLESIA DE ARES

    Las obras de acondicionamiento del entorno de la iglesia de Ares continúan por parte del Ayuntamiento. Se está ha terminando de poner el suelo de granito y se plantaron algunos árboles (naranjos, y posteriormente se pondrán también olivos). Se están instalando unas nuevas farolas y un pequeño jardín alrededor de la iglesia. En los dos vídeos que hay a continuación se puede apreciar la obra que se está realizando.


viernes, 25 de julio de 2008

XIV FESTIVAL DE CORALES EN ARES

    El pasado sábado 19 de julio, se celebró en la iglesia de Ares el XIV festival de Corales, organizado por el Casino Aresano. Participaron cuatro corales: Coral Polifónica Alentía de Meirás (1), Coral Polifónica Eumesa, de Pontedeume (2), Coral Polifónica Luar, de Villalba (Lugo) (3) y Coral Polifónica del Casino de Ares, Areas do Mar (4). Cada coral cantó cuatro temas y al final todas juntas entonaron el himno gallego. El Casino Aresano entregó un obsequio a cada coral participante. A continuación tienen el reportaje fotográfico. (Fotografías: Carmita)


25 DE JULIO: SANTIAGO APÓSTOL, PATRONO DE ESPAÑA Y DE NUESTRA ARCHIDIÓCESIS

Himno Oficial al Apóstol Santiago
Juan Barcia Caballero

Santo Adalid, patrón de las Españas,

amigo del Señor:

defiende a tus discípulos queridos,

protege a tu nación.
Las armas victoriosas del cristiano

venimos a templar

en el sagrado y encendido fuego

de tu devoto altar.
Firme y segura como aquella columna

que te entregó la Madre de Jesús;

será en España la Santa fe cristiana,

bien celestial que nos legaste tú.
¡Gloria a Santiago,
patrón insigne!

Gratos tus hijos
hoy te bendicen.
A tus plantas postrados te ofrecemos

la prenda más cordial de nuestro amor.
Defiende a tus discípulos queridos,

protege a tu nación.




ORACIÓN LITÚRGICA
Dios todopoderoso y eterno, que consagraste los primeros trabajos de los apóstoles con la sangre de Santiago, haz que, por su martirio, sea fortalecida tu Iglesia y, por su patrocinio, España se mantenga fiel a Cristo hasta el final de los tiempos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


jueves, 24 de julio de 2008

NOTICIA DE RELIGIÓN DIGITAL: LAS IGLESIAS DE PEKÍN SE OFRECEN A CELEBRAR LA MISA EN ESPAÑOL DURANTE LOS JUEGOS OLÍMPICOS


(RD/Efe).-La diócesis de Pekín, ciudad que acoge los Juegos Olímpicos en agosto, dejó hoy abierta la posibilidad de que se celebren misas en español para los católicos de habla hispana que se encuentren desde el próximo fin de semana en la capital china, informaron hoy a Efe fuentes eclesiásticas chinas.
Una portavoz de la diócesis pequinesa -que no depende de Roma sino de la llamada Iglesia Patriótica de China debido a la falta de relaciones entre Pekín y Roma- aseguró que, si alguna embajada o grupo practicante de habla hispana lo solicita, podrán celebrarse misas en español, tercer idioma más hablado del mundo.
Aclaró, no obstante, que por ahora no han recibido peticiones al respecto, y de momento, la diócesis ha aceptado las celebraciones en los idiomas francés, italiano y alemán respectivamente en las iglesias de Dongjiaominxiang, Wangfujing y Xishiku, todas en zonas céntricas de la ciudad.
La Catedral del Sur, en Xuanwumen, ofrece desde hace años servicios religiosos por sacerdotes chinos en inglés -a los que asisten unos 800 fieles cada domingo- y en latín.
La diócesis de la capital china aseguró que en el caso de las misas que se celebrarán en otros idiomas durante los JJOO se limita a ceder los lugares sagrados y a aceptar que sacerdotes extranjeros las oficien.
Entretanto, el Consejo Cristiano de China está imprimiendo 100.000 copias bilingües en chino e inglés del Nuevo Testamento, que mostrarán los cinco anillos olímpicos en la portada.
Estos libros, así como Biblias, serán repartidos por la Ciudad Olímpica y otras instalaciones deportivas, aunque no en los hoteles, ya que, según explicó el Consejo, dejar en las habitaciones sólo escrituras sagradas para los cristianos sería discriminatorio hacia otras religiones.
(www.religiondigital.com)

miércoles, 23 de julio de 2008

ARTÍCULO DEL DIARIO "LA OPINIÓN DE A CORUÑA": LA LLAMADA INTERNACIONAL DE DIOS





Texto: Doda Vázquez 
Fotos: Fran Martínez
La dispersión poblacional, las diferencias de carácter con los feligreses de sus países y el desconocimiento del gallego son los principales problemas a los que se enfrentan los sacerdotes llegados de otros países para atender las iglesias del rural gallego.
Una viña devastada”. Así se refería el papa Benedicto XVI a la falta de vocaciones que sufre Occidente en los últimos tiempos. Donde antes había excedente de sacerdotes que llevaban la palabra de Dios por todo el mundo, ahora hay carestía de párrocos. Algunos proponen abandonar el celibato o comenzar la ordenación de mujeres sacerdotes como soluciones para tratar de paliar la sequía. Pero, de momento, la solución más rápida y sencilla es importar los curas de donde los hay en abundancia: el Tercer Mundo. 
El problema es especialmente grave en el rural, en donde la dispersión de los habitantes hace que haya muchas parroquias para pequeños núcleos de población. Del Arzobispado de Santiago de Compostela dependen actualmente 1.068 parroquias, de las cuales la gran mayoría (874) son rurales. 
La falta de nuevas vocaciones obliga a las autoridades eclesiásticas a recurrir a fichajes extranjeros si quieren tener atendidos a todos los feligreses que viven repartidos en las aldeas. Como suele suceder en el fútbol, también se recurre a África y Suramérica como cantera. Desiré Koaukou Tanoh, procedente de Costa de Marfil y párroco en Zas; y Carlos Julio Cárdenas Torres, de Colombia y cura en Mesón do Vento son dos ejemplos de la nueva inmigración llegada al sacerdocio. 
Como les sucede a sus compañeros gallegos, ambos tienen que desplazarse habitualmente de una parroquia a otra. Desiré Koaukou lleva cinco y Carlos Juio Cárdenas, cuatro, lo que hace que tengan que pasar más tiempo dentro del coche que en el confesionario. 
El domingo es el día con más trabajo. Hay misas a las diez, las once, las doce y la una. Y, cada una, en una iglesia distinta, lo que les obliga a terminar la eucaristía y salir corriendo hacia la siguiente cita sin tener apenas tiempo para charlar con los que han asistido a misa y conocer cuáles son sus preocupaciones o sus alegrías.
Las diferencias con los feligreses de sus lugares de origen son bastante grandes, sobre todo, a la hora de vivir la fe y de comportarse dentro de la iglesia. Tanto el padre Desiré como el padre Carlos Julio coinciden en que en África y en Colombia la gente es mucho más expresiva y también más cálida. Además, son mucho más participativos en los ritos, en los que cantar y bailar, especialmente en el continente negro, es algo que está a la orden del día. 
A los dos les costó hacerse con la parroquia pero también coinciden en que, una vez que han vencido la desconfianza típica de los gallegos, es para siempre. 
El idioma es otro de los problemas a los que se enfrentan. Por razones obvias, no pueden dar la misa en gallego, así que los textos se leen siempre en castellano, con la única excepción de las canciones. A fuerza de empeñarse, el cura africano consigue sumarse al estribillo. El colombiano asegura que cada vez tiene menos problemas para entenderlo aunque aún no consigue hablarlo. 
El padre Desiré atiende cinco parroquias en Zas. La última misa del domingo coincide en esta ocasión en Muíño, con una iglesia casi llena a pesar de que la noche anterior ha habido una boda y la mitad de los que habitualmente ocupan un sitio en los bancos todavía descansando de la fiesta. 
El resto de los feligreses sigue con máxima atención el sermón del día, destinado a recalcar la humildad con la que se debe afrontar la fe cristiana. 
El sacerdote africano no se limita a dar la homilía, sino que también la vive, acompañándola con gestos, con pausas dramáticas y con una sonrisa enorme que casi ilumina la iglesia. 
No todos están contentos con su labor. Algunos consideran que estaría bien como “sustituto” pero no para llevar la parroquia de forma habitual. La mayoría apoya la versión de Jesús, el sacristán: “Es el mejor de todo el contorno”, afirma rotundo. 
“Vive mucho la fe y la transmite”, explica María José, una de las feligresas de la primera fila. De hecho, hace unos meses estuvo a punto de cambiar de destino pero los parroquianos le pidieron que no se fuese. “Firmaron más de 250”, recuerda el sacristán orgulloso. Y aquí sigue. Al menos, de momento. 
El padre Carlos Julio es de la zona de Cundinamarca y lleva dos años en Galicia. Atiende cuatro iglesias —Buscás, Ardemil, Mesón do Vento y Leira— lo que hace que se pase medio domingo en su Seat Toledo para oficiar a las diez, las once, las doce y la una en las diferentes parroquias. Llega a la de las once con apenas el tiempo justo para vestirse y con dos pasajeras que se apuntan a una misa más. 
Carlos Julio Cárdenas reconoce que “al principio” le fue duro hacerse con las parroquias de la zona pero insiste en que ya “no hay dificultad”. Lo más complicado ahora es poder cuadrar la agenda, que tiene “repleta hasta fin de año”. 
“Lo que más me costó es la frialdad de la gente —recuerda— porque se quedaban con las manos cruzadas, pero ahora ya se animan, ya leen y cantan; la gente quiere los sacramentos en 15 minutos y yo, si celebro una eucaristía como se debe celebrar, no puedo hacerlo en menos de 40”.
De su Colombia natal echa de menos a la familia, sobre todo a su madre, a quien va a volver a ver en el mes de septiembre, cuando regrese por unos días a su país. Entre sus amigos, además de los que ha hecho en la parroquia, cuenta con varios sacerdotes colombianos, compañeros de diócesis, que viven en Madrid pero que vienen a verle cada vez que pueden. 
Tiene “muchos proyectos” para todas las parroquias de las que se encarga aunque prefiere “ir despacio”. “Entre la comunidad hay muchas diferencias y primero quiero que haya comunión; luego haremos cosas”, explica.
Desiré Koaukou es más arriesgado en sus planteamientos. Cuando sus feligreses menos se lo esperan, en plena misa, les pregunta qué significa lo que repiten cada domingo durante la consagración sin pararse a pensar. “Siempre nos pide la lección”, aclara una de las vecinas. También les exige que, cuando se den la paz, lo hagan de veras, demostrando cariño, algo que ponen en práctica abrazando a la madre del párroco, que acaba de llegar de Costa de Marfil para pasar unos días con su hijo. La misa termina con los recordatorios de bodas y novenas y con las cuentas: el saldo de junio es de 134 euros. 
Vestido ya de paisano, el párroco sale de la sacristía con sus gafas de Dolce y Gabanna, unas modernas deportivas y una colorista camisa de rayas. Tiene 35 años, lo que le incluye en ese pequeño grupo de sacerdotes 
—sólo son 58, según los datos del Arzobispado de Santiago— que aún no han cumplido los 40. 
A diferencia de la mayoría de los sacerdotes gallegos, el cristianismo no viene de antiguo en el árbol genealógico del padre Desiré, procedente de una buena familia —su padre era político— de Costa de Marfil. Sus abuelos eran animistas aunque su madre sí es cristiana. “No sé cómo decidí ser cura —recuerda—, son gestos, símbolos... que te atrapan”.
Se ordenó como sacerdote carmelita —el primero de esta orden en su país— en Costa de Marfil y, tras un tiempo en África, fue destinado a Galicia. Su aterrizaje en la zona fue obligado. Llegó para sustituir al anterior párroco, que falleció, lo mismo que sucedió en Mesón do Vento. El padre Desiré está encantado con sus parroquias aunque reconoce que su llegada a Zas, hace ya dos años, fue “un poco difícil” porque le recibieron “a la defensiva”. 
“Al principio, a la gente le cuesta —admite— porque es muy reservada pero, cuando por fin entra, entra totalmente”. 
Los fieles son muy distintos a los que se encontraba en su país. “En Costa de Marfil —explica— no hay un cristianismo sociológico, de tradición... el que es cristiano lo es de verdad y no tiene que ir a ningún sitio por obligación, es algo que sale del corazón”. Por eso no considera indispensable que visiten el templo cada domingo. “Si van a venir de mal humor, es mejor que no vengan —comenta—, que se queden en la cama durmiendo, no que hagan las cosas por costumbre”.
La intención del padre Desiré es regresar algún día a África para hacer algo por sus paisanos. El año pasado cursó un máster en Cooperación Internacional y ha puesto en marcha un proyecto de desarrollo en Costa de Marfil. “Tenemos allí un terreno y quiero echar una mano porque veo que la juventud no tiene perspectivas de futuro—explica—. Queremos hacer una casa de acogida para peregrinos en Yamoussoukro, al lado de una basílica que es igual que el Vaticano, para que los chicos puedan trabajar en algo”.
Problemas de relevo generacional
La escasez de sacerdotes en las diócesis españolas es preocupante. El número de curas a nivel nacional desciende a una media de 200 por año. En la diócesis de Santiago, desde 1970, la disminución roza el 36%, entre fallecimientos y renuncias. En los últimos doce años, la caída ha sido del 14,6%. 
Los motivos son el fallecimiento, superior al número de ordenaciones, y por los abandonos de ministerio —la gran mayoría se produjeron durante los años 70— y el escaso número de ordenaciones.
Con este panorama, son muchas las iglesias que quedan sin atender. En total, hay 1.071 parroquias que dependan del Arzobispado de Santiago mientras que sólo hay —según las cifras de la propia institución referidas a 2006— 616 sacerdotes. Es decir, tocan a 1,7 parroquias para cada uno. 
Sin embargo, la realidad es muy diferente. Los curas urbanos tienen una única iglesia que atender mientras que los que residen en el rural tienen que oficiar, como mínimo, en dos templos cada domingo.
En el rural, la mayoría de las parroquias son pequeñas: más de la mitad están formadas por poblaciones de entre 100 y 500 habitantes. Otro de los problemas es la dispersión que hace que muchas tengan varios núcleos de población: la mayoría tienen entre 6 y 10 lugares o entre 11 y 15. 
En los últimos años, ha aumentado la superficie que corresponde a cada eclesiástico. Mientras que en 1965 a cada cura le correspondían unos 1.100 habitantes y 8,26 kilómetros cuadrados, hoy en día las personas a las que atiende son 2.100 y el área, 13,87 kilómetros cuadrados. 
Las edades de los sacerdotes tampoco ayudan demasiado a atender todas las parroquias. En 2007, sólo había 7 curas con menos de 30 años y 51 entre esta edad y los 40. El grupo mayoritario (171 de los 616) está en la franja de entre 71 y 75, aunque también hay un colectivo importante, 102 personas, entre los 76 y los 80 años. 
Los datos del Arzobispado de Santiago reflejan también que hay 55 sacerdotes octogenarios e, incluso, siete que han cumplido los 90. 
La cantera tampoco da para mucho. En 2006 fallecieron 11 eclesiásticos, una cifra similar a la de 2005 (10), pero el relevo no llega. El curso pasado, sólo había en el seminario mayor 29 aspirantes. Sin embargo, aun en el caso de terminar los estudios, no todos terminan ordenándose como sacerdotes. Muchos se quedan en diáconos o residen en las parroquias realizando una etapa de práctica pastoral.
(LA OPINIÓN DE A CORUÑA 20-VII-08)



23 DE JULIO: FIESTA DE SANTA BRÍGIDA, PATRONA DE EUROPA


FRAGMENTO DE LA CARTA APOSTÓLICA DE JUAN PABLO II PROCLAMANDO A SANTA BRÍGIDA DE SUECIA, SANTA CATALINA DE SIENA Y SANTA TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ COPATRONAS DE EUROPA

La primera de estas tres grandes figuras, Brígida, nació en una familia aristocrática el año 1303 en Finsta, en la región sueca de Uppland. Es conocida sobre todo como mística y fundadora de la orden del Santísimo Salvador. Pero no se ha de olvidar que vivió la primera parte de su vida como una laica felizmente casada con un cristiano piadoso, con el que tuvo ocho hijos. Al proponerla como patrona de Europa, pretendo que la sientan cercana no solamente quienes han recibido la vocación a una vida de especial consagración, sino también aquellos que han sido llamados a las ocupaciones ordinarias de la vida laical en el mundo y, sobre todo, a la alta y difícil vocación de formar una familia cristiana. Sin dejarse seducir por las condiciones de bienestar de su clase social, vivió con su marido Ulf una experiencia de matrimonio en la que el amor conyugal se conjugaba con la oración intensa, el estudio de la sagrada Escritura, la mortificación y la caridad. Juntos fundaron un pequeño hospital, donde asistían frecuentemente a los enfermos. Brígida, además, solía servir personalmente a los pobres. Al mismo tiempo, fue apreciada por sus dotes pedagógicas, que tuvo ocasión de desarrollar durante el tiempo en que se solicitaron sus servicios en la corte de Estocolmo. Esta experiencia hizo madurar los consejos que daría en diversas ocasiones a príncipes y soberanos para el correcto desempeño de sus tareas. Pero los primeros en beneficiarse de ello fueron, como es obvio, sus hijos, y no es casualidad que una de sus hijas, Catalina, sea venerada como santa.
Este período de su vida familiar fue sólo una primera etapa. La peregrinación que hizo con su marido Ulf a Santiago de Compostela en 1341 cerró simbólicamente esta fase, preparando a Brígida para su nueva vida, que comenzó algunos años después, cuando, a la muerte de su esposo, oyó la voz de Cristo que le confiaba una nueva misión, guiándola paso a paso con una serie de gracias místicas extraordinarias.
Brígida, dejando Suecia en 1349, se estableció en Roma, sede del Sucesor de Pedro. El traslado a Italia fue una etapa decisiva para ampliar los horizontes, no sólo geográficos y culturales, sino sobre todo espirituales de su mente y su corazón. Muchos lugares de Italia la vieron, aún peregrina, deseosa de venerar las reliquias de los santos. De este modo visitó Milán, Pavía, Asís, Ortona, Bari, Benevento, Pozzuoli, Nápoles, Salerno, Amalfi o el santuario de San Miguel Arcángel en el monte Gargano. La última peregrinación, realizada entre 1371 y 1372, la llevó a cruzar el Mediterráneo, en dirección a Tierra Santa, lo que le permitió abrazar espiritualmente, además de tantos lugares sagrados de la Europa católica, las fuentes mismas del cristianismo en los lugares santificados por la vida y la muerte del Redentor.
En realidad, más aún que con este devoto peregrinar, Brígida se hizo partícipe de la construcción de la comunidad eclesial con el sentido profundo del misterio de Cristo y de la Iglesia, en un momento ciertamente crítico de su historia. En efecto, la íntima unión con Cristo fue acompañada de especiales carismas de revelación, que hicieron de ella un punto de referencia para muchas personas de la Iglesia de su tiempo. En Brígida se observa la fuerza de la profecía. A veces, su tono parece un eco del de los antiguos profetas. Habla con seguridad a príncipes y pontífices, desvelando los designios de Dios sobre los acontecimientos históricos. No escatima severas amonestaciones también en lo referente a la reforma moral del pueblo cristiano y del clero mismo (cf. Revelationes, IV, 49; también IV, 5). Algunos aspectos de su extraordinaria producción mística suscitaron en aquel tiempo dudas razonables, sobre las que se realizó un discernimiento eclesial, remitiéndose a la única revelación pública, que tiene su plenitud en Cristo y su expresión normativa en la sagrada Escritura. En efecto, tampoco las experiencias de los grandes santos están exentas de los límites inherentes a la recepción humana de la voz de Dios.
No hay duda, sin embargo, de que al reconocer la santidad de Brígida, la Iglesia, aunque no se pronuncia sobre cada una de las revelaciones que tuvo, ha acogido la autenticidad global de su experiencia interior. Aparece así como un testimonio significativo del lugar que puede tener en la Iglesia el carisma vivido en plena docilidad al Espíritu de Dios y en total conformidad con las exigencias de la comunión eclesial. Por eso, al haberse separado de la comunión plena con la sede de Roma las tierras escandinavas, patria de Brígida, durante las tristes vicisitudes del siglo XVI, la figura de la santa sueca representa un precioso «vínculo» ecuménico, reforzado también por el compromiso en este sentido llevado a cabo por su orden.

martes, 22 de julio de 2008

22 DE JULIO: MEMORIA OBLIGATORIA DE SANTA MARÍA MAGDALENA


MARÍA MAGDALENA, ¿PECADORA?


¿A qué se dedicaba María Magdalena antes de su encuentro con Jesús, es decir, antes de su conversión y de decidirse a seguir los mandamientos del Maestro? Para muchos cristianos, la pregunta es muy sencilla y tiene una respuesta casi obvia: María Magdalena era pecadora pública, prostituta. La tradición cristiana, y una abundante iconografía, corroboran esa respuesta.
Sin embargo, si queremos apoyar esa afirmación en las Escrituras, nos llevaremos una sorpresa. En ningún lugar del evangelio dice que Magdalena fuera prostituta; ni siquiera que fuera pecadora... Entonces, ¿de dónde procede esa tradición, que todos conocemos?
Para comenzar a responder a este interrogante, debemos referirnos a tres personajes bíblicos, que algunos identifican en una sola persona: María Magdalena, María la hermana de Lázaro y Marta, y la pecadora anónima que unge los pies de Jesús.

Tres personajes para una historia

* María Magdalena, así, con su nombre completo, aparece en varias escenas evangélicas. Ocupa el primer lugar entre las mujeres que acompañan a Jesús (Mt 27, 56; Mc 15, 47; Lc 8, 2); está presente durante la Pasión (Mc 15, 40) y al pie de la cruz con la Madre de Jesús (Jn 19, 25); observa cómo sepultan al Señor (Mc 15, 47); llega antes que Pedro y que Juan al sepulcro, en la mañana de la Pascua (Jn 20, 1-2); es la primera a quien se aparece Jesús resucitado (Mt 28, 1-10; Mc 16, 9; Jn 20, 14), aunque no lo reconoce y lo confunde con el hortelano (Jn 20, 15); es enviada a ser apóstol de los apóstoles (Jn 20, 18). Tanto Marcos como Lucas nos informan que Jesús había expulsado de ella «siete demonios» (Lc 8, 2; Mc 16, 9)

* María de Betania es la hermana de Marta y de Lázaro; aparece en el episodio de la resurrección de su hermano (Jn 11); derrama perfume sobre el Señor y le seca los pies con sus cabellos (Jn 11, 1; 12, 3); escucha al Señor sentada a sus pies y se lleva «la mejor parte» (Lc 10, 38-42) mientras su hermana trabaja.

* Finalmente, hay un tercer personaje, la pecadora anónima que unge los pies de Jesús (Lc 7, 36-50) en casa de Simón el Fariseo.

Dos en una, tres en una

No era difícil, leyendo todos estos fragmentos, establecer una relación entre la unción de la pecadora y la de María de Betania, es decir, suponer que se trata de una misma unción (aunque las circunstancias difieren), y por lo tanto de una misma persona.
Por otra parte, los «siete demonios» de Magdalena podían significar un grave pecado del que Jesús la habría liberado. No hay que olvidar que Lucas presenta a María Magdalena (Lc 8, 1-2) a renglón seguido del relato de la pecadora arrepentida y perdonada (Lc 7, 36-50).
San Juan, al presentar a los tres hermanos de Betania (Marta, María y Lázaro), dice que «María era la que ungió al Señor con perfumes y le secó los pies con sus cabellos». El lector atento piensa: "Conozco a este personaje: es la pecadora de Lucas 7". Además, en el mismo evangelio de Lucas, inmediatamente después del episodio de la unción, se nos presenta a María Magdalena, de la que habían salido «siete demonios». El lector ratifica su impresión: "María Magdalena es la pecadora que ungió a Jesús". Y por último, en el mismo evangelio de San Lucas, pocos capítulos después (Lc 10), María, hermana de Marta, aparece escuchando al Señor sentada a sus pies. El lector concluye: "María Magdalena y esta María son una misma persona, la pecadora penitente y perdonada, que Juan también menciona por su nombre aclarándonos que vivía en Betania".

Pero esta conclusión no es necesaria porque:

* no hay por qué relacionar a Juan con Lucas; los relatos difieren en varios detalles. Así, por ejemplo, la unción, según Lucas, tiene lugar en casa de Simón el Fariseo; su relato hace explícita referencia a los pecados de la mujer que unge a Jesús. Pero Mateo, Marcos y Juan, por su parte, hablan de la unción en Betania en casa de un tal Simón (Juan no aclara el nombre del dueño de casa, sólo señala que Marta servía y que Lázaro estaba presente), y mencionan el gesto hipócrita de Judas en relación con el precio del perfume, sin sugerir que la mujer fuese una pecadora. Sólo Juan nos ofrece el nombre de la mujer, que los demás no mencionan.

* los «siete demonios» no significan un gran número de pecados, sino -como lo aclara allí mismo Lucas- «espíritus malignos y enfermedades»; este significado es más conforme con el uso habitual en los evangelios.

Dos teorías

Los argumentos a favor de la identificación de los tres personajes, como vemos, son débiles. Sin embargo, tal identificación cuenta a su favor con una larga tradición, como se ha mencionado. Hay que decir también que los argumentos a favor de la distinción entre las tres mujeres tampoco son totalmente concluyentes. Es decir que ambas teorías cuentan con razones a favor y en contra, y de hecho, a lo largo de la historia, ambas interpretaciones han sido sostenidas por los exégetas: así, por ejemplo, los latinos estuvieron siempre más de acuerdo en identificar a las tres mujeres, y los griegos en distinguirlas.

Una respuesta "oficial"

A pesar de que ambas posturas cuentan con argumentos, hoy en día la Iglesia Católica se ha inclinado claramente por la distinción entre las tres mujeres. Concretamente, en los textos litúrgicos, ya no se hace ninguna referencia -como sí ocurría antes del Concilio- a los pecados de María Magdalena o a su condición de "penitente", ni a las demás características que le provendrían de ser también María de Betania, hermana de Lázaro y de Marta. En efecto, la Iglesia ha considerado oportuno atenerse sólo a los datos seguros que ofrece el evangelio.
Por ello, actualmente se considera que la identificación entre Magdalena, la pecadora y María es más bien una confusión "sin ningún fundamento", como dice la nota al pie en Lc 7, 37 de "El Libro del Pueblo de Dios". No hay dudas de que la Iglesia, a través de su Liturgia, ha optado por la distinción entre la Magdalena, María de Betania y la pecadora, de modo que hoy podemos asegurar que María Magdalena, por lo que nos cuenta la Escritura y por lo que nos afirma la Liturgia, no fue "pecadora pública", "adúltera" ni "prostituta", sino sólo seguidora de Cristo, de cuyo amor ardiente fue contagiada, para anunciar el gozo pascual a los mismos Apóstoles.

La liturgia de su fiesta

Los textos bíblicos que se proclaman en su Memoria (que se celebra el 22 de julio) hablan de la búsqueda del «amado de mi alma» (Cant 3, 1-4a) o de la muerte y resurrección de Jesús como misterio de amor que nos apremia a vivir para «Aquel que murió y resucitó» por nosotros (2 Cor 5, 14-17). Ell evangelio que se proclama en la Misa es Jn 20, 1-2.11-18, es decir, el relato pascual en que Magdalena aparece como primera testigo de la Resurrección de Jesús, lo proclama «¡Maestro!» y va a anunciar a todos que ha visto al Señor. Como se ve, ninguna alusión a sus pecados ni a su supuesta identificación con María de Betania. Sólo pervive de esta supuesta identificación el hecho de que la Memoria litúrgica de Santa Marta se celebra justamente en la Octava de Santa Magdalena, es decir, una semana después, el 29 de julio. Santa María de Betania aun no tiene fiesta propia en el Calendario Litúrgico oficial.
Los textos eucológicos de la Misa de la Memoria de Santa María Magdalena nos dicen, por su parte, que a ella el Hijo de Dios le «confió, antes que a nadie... la misión de anunciar a los suyos la alegría pascual» (Oración Colecta). Magdalena es aquella «cuya ofrenda de amor aceptó con tanta misericordia tu Hijo Jesucristo» (Oración sobre las Ofrendas) y es modelo de «aquel amor que [la] impulsó a entregarse por siempre a Cristo» (Oración Postcomunión).
En la Liturgia de las Horas ocurre otro tanto, ya que los nuevos himnos compuestos después de la reforma litúrgica (Aurora surgit lúcida para Laudes y Mágdalæ sidus para Vísperas) hacen hincapié en los mismos aspectos: María Magdalena como testigo privilegiado de la Resurrección, primera en anunciar a Cristo resucitado, y fiel e intrépida seguidora de su Maestro. Algo similar se verifica en los demás elementos del Oficio Divino, en los que -nuevamente- no hay alusión ninguna a los supuestos pecados de la Magdalena ni a su condición de hermana de Marta y Lázaro.
Como claro contraste, cabe señalar que en la liturgia previa al Concilio, la Memoria del 22 de julio se llamaba «Santa María Magdalena, penitente», y abundaban las referencias a su pecado perdonado por Jesús y a su condición de hermana de Lázaro. El evangelio que se proclamaba era justamente Lc 7, 36-50, es decir, la unción de Jesús a cargo de «una mujer pecadora que había en la ciudad»: "in civitate peccatrix".
Finalmente, mencionemos que el culto a Santa María Magdalena es muy antiguo, ya que la Iglesia siempre veneró de modo especial a los personajes evangélicos más cercanos a Jesús. La fecha del 22 de julio como su fiesta ya existía antes del siglo X en Oriente, pero en Occidente su culto no se difundió hasta el siglo XII, reuniendo en una sola persona a las tres mujeres que los Orientales consideraban distintas y veneraban en diversas fechas. A partir de la Contrarreforma, el culto a María Magdalena, "pecadora perdonada", adquiere aun más fuerza.
La leyenda oriental señala que después de la Ascensión habría vivido en Éfeso, con María y San Juan; allí habría muerto y sus reliquias habrían sido trasladadas a Constantinopla a fines del siglo IX y depositadas en el monasterio de San Lázaro.
Otra tradición -que prevalece en Occidente- cuenta que los tres "hermanos" (Marta, María "Magdalena" y Lázaro) viajaron a Marsella (en un barco sin velas y sin timón). Allí, en la Provenza, los tres convirtieron a una multitud; luego Magdalena se retiró por treinta años a una gruta (del "Santo Bálsamo") a hacer penitencia. Magdalena muere en Aix-en-Provence, adonde los ángeles la habían llevado para su última comunión, que le da San Máximo. Diversos avatares sufren sus reliquias y su sepulcro a lo largo de los siglos.
Estas leyendas, naturalmente, no tienen ningún fundamento histórico y, como otras tantas, fueron forjadas en la Edad Media para explicar y autentificar la presencia, en una iglesia del lugar, de las supuestas reliquias de Magdalena, meta de innumerables peregrinajes.
Finalmente, cabe consignar que el apelativo "Magdalena" significa "de Magdala", ciudad que ha sido identificada con la actual Taricheai, al norte de Tiberíades, junto al lago de Galilea. 
(Artículo de Alejandro E. Pomar en www.labibliaonline.com.ar)

lunes, 21 de julio de 2008

DISCURSO DE DESPEDIDA DEL PAPA EN EL AEROPUERTO DE SIDNEY (TEXTO COMPLETO)


Queridos amigos 
Antes de despedirme de vosotros, deseo decir a los que me han hospedado lo grata que ha sido mi visita aquí y lo agradecido que estoy por la hospitalidad recibida. Quedo muy agradecido al Señor Primer Ministro, Kevin Rudd, por la amabilidad que ha tenido conmigo y con todos los participantes en la Jornada Mundial de la Juventud. Agradezco también al Gobernador General, el General Mayor Michael Jeffery, su presencia aquí y la gentileza de haberme acogido en el Almirantazgo General al comienzo de mis compromisos públicos. El Gobierno Federal y el Gobierno del Estado de Nuevo Gales del Sur, y también los habitantes y la comunidad empresarial de Sydney, han colaborado generosamente en apoyo de la Jornada Mundial de la Juventud. Un acontecimiento de este género requiere un inmenso trabajo de preparación y organización, y estoy seguro de hablar en nombre de muchos miles de jóvenes al expresar mi aprecio y gratitud a todo vosotros. Habéis ofrecido con el característico estilo australiano una calurosa bienvenida, a mí y a innumerables jóvenes peregrinos que han confluido aquí desde todos los rincones del mundo. Estoy muy agradecido, en particular, a las familias que en Australia y Nueva Zelanda han hecho hueco en sus casas para acoger a los jóvenes. Habéis abierto vuestras puertas y vuestros corazones a la juventud del mundo y, en nombre de estos jóvenes, os lo agradezco. 
En los días pasados, los actores principales en el escenario han sido, obviamente, los jóvenes mismos. La Jornada Mundial de la Juventud les pertenece a ellos. Ellos han sido los que han hecho de esta Jornada un acontecimiento eclesial de carácter global, una gran celebración de la juventud, una gran celebración de lo que significa ser Iglesia, el Pueblo de Dios en medio del mundo, unido en la fe y en el amor, y que el Espíritu ha hecho capaz de llevar el testimonio de Cristo resucitado hasta los confines de la tierra. Les doy las gracias por haber venido, les doy las gracias por su participación, y ruego para que tengan un viaje seguro de regreso. Sé que los jóvenes, sus familias y personas amigas, han hecho en muchos casos grandes sacrificios para que pudieran llegar a Australia. Por todo eso, toda la Iglesia les está reconocida. 
Al volver la vista atrás hacia estos días emocionantes, pienso en escenas significativas. Me ha impactado mucho la visita a la tumba de Mary MacKillop, y agradezco a las Hermanas de San José la oportunidad que he tenido de orar en el Santuario de su co-fundadora. Las estaciones del Viacrucis por las calles de Sydney nos han recordado con vigor que Cristo nos ha amado «hasta el extremo» y que ha compartido nuestros sufrimientos para que nosotros pudiéramos compartir su gloria. El encuentro con los jóvenes en Darlinghurst ha sido un momento de alegría y gran esperanza, un signo de que Cristo puede levantarnos de las situaciones más difíciles, reponiendo nuestra dignidad y permitiéndonos mirar adelante hacia un futuro mejor. El encuentro con los responsables ecuménicos e interreligiosos ha estado marcado por un espíritu de auténtica hermandad y de un deseo profundo de mayor colaboración en el compromiso de edificar un mundo más justo y pacífico. Y, sin duda, los puntos culminantes de mi visita han sido los encuentros de Barangaroo y la Cruz del Sur. Aquellas experiencias de oración, nuestra jubilosa celebración de la Eucaristía, han sido un testimonio elocuente de la obra vivificante del Espíritu Santo, presente y activo en el corazón de nuestros jóvenes. La Jornada Mundial de la Juventud nos ha enseñado que la Iglesia puede alegrarse con los jóvenes de hoy y estar llena de esperanza por el mundo del mañana. 
Queridos amigos, mientras me despido de Sydney, pido a Dios que dirija su mirada amorosa sobre esta ciudad, sobre este País y sobre sus habitantes. Le ruego que muchos de ellos se inspiren en el ejemplo de compasión y servicio de la Beata a Mary MacKillop. Y, a la vez que os saludo, llevando en el corazón sentimientos de profunda gratitud, digo una vez más: que Dios bendiga al pueblo de Australia. 
(RADIO VATICANO)

ANTES DE PARTIR DE SIDNEY, EL PAPA CELEBRÓ LA MISA CON UNA REPRESENTACIÓN DE VÍCTIMAS DE ABUSOS SEXUALES POR PARTE DE ALGUNOS MIEMBROS DEL CLERO

Lunes, 21 jul (RV).- Benedicto XVI ha querido demostrar, una vez más, su profunda preocupación y paternal cercanía hacia todos aquellos que han sufrido abusos sexuales por parte de algunos miembros del clero. Intensa conmoción y ternura, en el encuentro del Papa con un grupo de víctimas, que participó en la misa que ha celebrado el Santo Padre a primera hora de su último día en tierra australiana. Todo se desarrolló en un clima de respeto y espiritualidad.
A primera hora de su último día en tierra australiana, «como expresión de su constante solicitud pastoral por aquellos que han sufrido abusos por parte de algunos miembros del clero – Benedicto XVI ha celebrado la Misa, con la participación de un grupo representativo de víctimas. El Papa los ha escuchado, ofreciéndoles su consuelo. Asegurándoles asimismo su cercanía espiritual, ha prometido que seguirá rezando por ellos, por sus familiares y por todas las víctimas. Con este gesto paternal, el Santo Padre ha querido demostrar, una vez más, su profunda preocupación y cercanía hacia todos aquellos que han sufrido abusos sexuales».
Además de este comunicado, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, ha señalado que «el encuentro ha tenido lugar en la pequeña capilla de la que ha sido la residencia pontificia, a lo largo de estos días en Sydney, en la Casa de la Catedral. Participaron dos hombres y dos mujeres, acompañados por las personas que les sostienen y por un sacerdote encargado de la pastoral de acompañamiento».
«Después de la Misa, que había comenzado a las siete de la mañana y que fue concelebrada por el cardenal Pell, por el arzobispo Sustituto de la Secretaría de Estado, Mons. Filoni, y por los dos secretarios del Santo Padre, los huéspedes hablaron uno por uno con el Papa, que les ha dirigido palabras llenas de cariño, participación y consuelo. El encuentro terminó poco antes de las ocho de la mañana y todo se desarrolló en un clima de respeto, espiritualidad e intensa conmoción».
El Padre Lombardi ha terminado su declaración recordando que «como ya ocurrió en Estados Unidos, el Papa ha querido encontrar a algunas víctimas como gesto concreto para expresar sus sentimientos, manifestados también en varias ocasiones en sus intervenciones sobre el drama de los abusos sexuales. En Australia ha querido hacerlo después de la conclusión de los eventos de la Jornada Mundial de la Juventud, porque éste era el motivo específico de su viaje».
(RADIO VATICANO)

domingo, 20 de julio de 2008

VISITA DEL ANTERIOR PÁRROCO DE ARES

    El viernes pasado estuvo en Ares D. Baldomero Louro Lado, el anterior párroco de Ares y actual de Corcubión. Celebró la misa de la tarde y después hubo una cena en su honor en el hotel "Villa de Ares". A la celebración de la eucaristía asistieron además de D. Baldomero, D. Bernardo, sacerdote natural de Ares, D. Leonardo, canónigo de la Catedral de Santiago y el párroco actual (o sea yo, que les cuento esto). A continuación tienen el reportaje fotográfico de la misa y de la cena. (Fotografías: Carmita).





HOJA PARROQUIAL DEL 21 AL 27 DE JULIO




EXTRACTOS DEL ÁNGELUS DÓMINI DEL PAPA EN EL ESTADIO DE RANDWICK


Queridos jóvenes amigos
Nos disponemos ahora a recitar juntos la hermosa oración del Angelus. En ella reflexionaremos sobre María, mujer joven que conversa con el ángel, que la invita, en nombre de Dios, a una particular entrega de sí misma, de su vida, de su futuro como mujer y madre. Podemos imaginar cómo debió sentirse María en aquel momento: totalmente estremecida, completamente abrumada por la perspectiva que se le ponía delante.
(…) El Espíritu fue quien le dio la fuerza y el valor para responder a la llamada del Señor. El Espíritu fue quien la ayudó a comprender el gran misterio que iba a cumplirse por medio de Ella. El Espíritu fue el que la rodeó con su amor y la hizo capaz de concebir en su seno al Hijo de Dios.
(…) Fueron muchas las dificultades que María tuvo que superar al afrontar las consecuencias de aquel «sí» al Señor. Simeón profetizó que una espada le traspasaría el corazón. Cuando Jesús tenía doce años, Ella experimentó las peores pesadillas que los padres pueden tener, cuando tuvo a su hijo perdido durante tres días. Y después de su actividad pública, sufrió la agonía de presenciar su crucifixión y muerte. En las diversas pruebas Ella permaneció fiel a su promesa, sostenida por el Espíritu de fortaleza. Y por ello tuvo como recompensa la gloria.
Queridos jóvenes, también nosotros debemos permanecer fieles al «sí» con que acogimos el ofrecimiento de amistad por parte del Señor. Sabemos que Él nunca nos abandonará. (…) Dirijámonos, pues, a Ella y pidámosle que nos guíe en las dificultades para permanecer fieles a esa relación vital que Dios estableció con cada uno de nosotros. María es nuestro ejemplo y nuestra inspiración; Ella intercede por nosotros ante su Hijo, y con amor materno nos protege de los peligros.
DESPUÉS DEL ÁNGELUS
Llega ahora el momento de deciros adiós o, más bien, hasta la vista. Os doy las gracias a todos por haber participado en la Jornada Mundial de la Juventud 2008, aquí en Sidney, y espero que nos volvamos a ver dentro de tres años. La Jornada Mundial de la Juventud 2011 tendrá lugar en Madrid, en España. Hasta ese momento, recemos los unos por los otros, y demos ante el mundo un alegre testimonio de Cristo. Que Dios os bendiga.
(RADIO VATICANO)

VÍDEO RESUMEN DE LA MISA DE CLAUSURA JMJ SIDNEY 2008

HOMILÍA DEL PAPA EN LA MISA DE CLAUSURA DE LA JMJ08 EN EL HIPÓDROMO DE RANDWICK (TEXTO COMPLETO)

Queridos amigos
«Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza» (Hch 1,8). Hemos visto cumplida esta promesa. En el día de Pentecostés, como hemos escuchado en la primera lectura, el Señor resucitado, sentado a la derecha del Padre, envió el Espíritu Santo a sus discípulos reunidos en el cenáculo. Por la fuerza de este Espíritu, Pedro y los Apóstoles fueron a predicar el Evangelio hasta los confines de la tierra. En cada época y en cada lengua, la Iglesia continúa proclamando en todo el mundo las maravillas de Dios e invita a todas las naciones y pueblos a la fe, a la esperanza y a la vida nueva en Cristo.
En estos días, también yo he venido, como Sucesor de san Pedro, a esta estupenda tierra de Australia. He venido a confirmaros en vuestra fe, jóvenes hermanas y hermanos míos, y a abrir vuestros corazones al poder del Espíritu de Cristo y a la riqueza de sus dones. Oro para que esta gran asamblea, que congrega a jóvenes de «todas las naciones de la tierra» (Hch 2,5), se transforme en un nuevo cenáculo. Que el fuego del amor de Dios descienda y llene vuestros corazones para uniros cada vez más al Señor y a su Iglesia y enviaros, como nueva generación de Apóstoles, a llevar a Cristo al mundo.
«Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza». Estas palabras del Señor resucitado tienen un significado especial para los jóvenes que serán confirmados, sellados con el don del Espíritu Santo, durante esta Santa Misa. Pero estas palabras están dirigidas también a cada uno de nosotros, es decir, a todos los que han recibido el don del Espíritu de reconciliación y de la vida nueva en el Bautismo, que lo han acogido en sus corazones como su ayuda y guía en la Confirmación, y que crecen cotidianamente en sus dones de gracia mediante la Santa Eucaristía. En efecto el Espíritu Santo desciende nuevamente en cada Misa, invocado en la plegaria solemne de la Iglesia, no sólo para transformar nuestros dones del pan y del vino en el Cuerpo y la Sangre del Señor, sino también para transformar nuestras vidas, para hacer de nosotros, con su fuerza, «un solo cuerpo y un solo espíritu en Cristo».
Pero, ¿qué es este «poder» del Espíritu Santo? Es el poder de la vida de Dios. Es el poder del mismo Espíritu que se cernía sobre las aguas en el alba de la creación y que, en la plenitud de los tiempos, levantó a Jesús de la muerte. Es el poder que nos conduce, a nosotros y a nuestro mundo, hacia la llegada del Reino de Dios. En el Evangelio de hoy, Jesús anuncia que ha comenzado una nueva era, en la cual el Espíritu Santo será derramado sobre toda la humanidad (cf. Lc 4,21). Él mismo, concebido por obra del Espíritu Santo y nacido de la Virgen María, vino entre nosotros para traernos este Espíritu. Como fuente de nuestra vida nueva en Cristo, el Espíritu Santo es también, de un modo muy verdadero, el alma de la Iglesia, el amor que nos une al Señor y entre nosotros y la luz que abre nuestros ojos para ver las maravillas de la gracia de Dios que nos rodean.
Aquí en Australia, esta «gran tierra meridional del Espíritu Santo», todos nosotros hemos tenido una experiencia inolvidable de la presencia y del poder del Espíritu en la belleza de la naturaleza. Nuestros ojos se han abierto para ver el mundo que nos rodea como es verdaderamente: «colmado», como dice el poeta, «de la grandeza de Dios», repleto de la gloria de su amor creativo. También aquí, en esta gran asamblea de jóvenes cristianos provenientes de todo el mundo, hemos tenido una experiencia elocuente de la presencia y de la fuerza del Espíritu en la vida de la Iglesia. Hemos visto la Iglesia como es verdaderamente: Cuerpo de Cristo, comunidad viva de amor, en la que hay gente de toda raza, nación y lengua, de cualquier edad y lugar, en la unidad nacida de nuestra fe en el Señor resucitado.
La fuerza del Espíritu Santo jamás cesa de llenar de vida a la Iglesia. A través de la gracia de los Sacramentos de la Iglesia, esta fuerza fluye también en nuestro interior, como un río subterráneo que nutre el espíritu y nos atrae cada vez más cerca de la fuente de nuestra verdadera vida, que es Cristo. San Ignacio de Antioquía, que murió mártir en Roma al comienzo del siglo segundo, nos ha dejado una descripción espléndida de la fuerza del Espíritu que habita en nosotros. Él ha hablado del Espíritu como de una fuente de agua viva que surge en su corazón y susurra: «Ven, ven al Padre» (cf. A los Romanos, 6,1-9).
Sin embargo, esta fuerza, la gracia del Espíritu Santo, no es algo que podamos merecer o conquistar; podemos sólo recibirla como puro don. El amor de Dios puede derramar su fuerza sólo cuando le permitimos cambiarnos por dentro. Debemos permitirle penetrar en la dura costra de nuestra indiferencia, de nuestro cansancio espiritual, de nuestro ciego conformismo con el espíritu de nuestro tiempo. Sólo entonces podemos permitirle encender nuestra imaginación y modelar nuestros deseos más profundos. Por esto es tan importante la oración: la plegaria cotidiana, la privada en la quietud de nuestros corazones y ante el Santísimo Sacramento, y la oración litúrgica en el corazón de la Iglesia. Ésta es pura receptividad de la gracia de Dios, amor en acción, comunión con el Espíritu que habita en nosotros y nos lleva, por Jesús y en la Iglesia, a nuestro Padre celestial. En la potencia de su Espíritu, Jesús está siempre presente en nuestros corazones, esperando serenamente que nos dispongamos en el silencio junto a Él para sentir su voz, permanecer en su amor y recibir «la fuerza que proviene de lo alto», una fuerza que nos permite ser sal y luz para nuestro mundo.
En su Ascensión, el Señor resucitado dijo a sus discípulos: «Seréis mis testigos… hasta los confines del mundo» (Hch 1,8). Aquí, en Australia, damos gracias al Señor por el don de la fe, que ha llegado hasta nosotros como un tesoro transmitido de generación en generación en la comunión de la Iglesia. Aquí, en Oceanía, damos gracias de un modo especial a todos aquellos misioneros, sacerdotes y religiosos comprometidos, padres y abuelos cristianos, maestros y catequistas, que han edificado la Iglesia en estas tierras. Testigos como la Beata Mary Mackillop, San Peter Chanel, el Beato Peter To Rot y muchos otros. La fuerza del Espíritu, manifestada en sus vidas, está todavía activa en las iniciativas beneficiosas que han dejado en la sociedad que han plasmado y que ahora se os confía a vosotros.
Queridos jóvenes, permitidme que os haga una pregunta. ¿Qué dejaréis vosotros a la próxima generación? ¿Estáis construyendo vuestras vidas sobre bases sólidas? ¿Estáis construyendo algo que durará? ¿Estáis viviendo vuestras vidas de modo que dejéis espacio al Espíritu en un mundo que quiere olvidar a Dios, rechazarlo incluso en nombre de un falso concepto de libertad? ¿Cómo estáis usando los dones que se os han dado, la «fuerza» que el Espíritu Santo está ahora dispuesto a derramar sobre vosotros? ¿Qué herencia dejaréis a los jóvenes que os sucederán? ¿Qué os distinguirá?
La fuerza del Espíritu Santo no sólo nos ilumina y nos consuela. Nos encamina hacia el futuro, hacia la venida del Reino de Dios. ¡Qué visión magnífica de una humanidad redimida y renovada descubrimos en la nueva era prometida por el Evangelio de hoy! San Lucas nos dice que Jesucristo es el cumplimiento de todas las promesas de Dios, el Mesías que posee en plenitud el Espíritu Santo para comunicarlo a la humanidad entera. La efusión del Espíritu de Cristo sobre la humanidad es prenda de esperanza y de liberación contra todo aquello que nos empobrece. Dicha efusión ofrece de nuevo la vista al ciego, libera a los oprimidos y genera unidad en y con la diversidad (cf. Lc 4,18-19; Is 61,1-2). Esta fuerza puede crear un mundo nuevo: puede «renovar la faz de la tierra» (cf. Sal 104,30).
Fortalecida por el Espíritu y provista de una rica visión de fe, una nueva generación de cristianos está invitada a contribuir a la edificación de un mundo en el que la vida sea acogida, respetada y cuidada amorosamente, no rechazada o temida como una amenaza y por ello destruida. Una nueva era en la que el amor no sea ambicioso ni egoísta, sino puro, fiel y sinceramente libre, abierto a los otros, respetuoso de su dignidad, un amor que promueva su bien e irradie gozo y belleza. Una nueva era en la cual la esperanza nos libere de la superficialidad, de la apatía y el egoísmo que degrada nuestras almas y envenena las relaciones humanas. Queridos jóvenes amigos, el Señor os está pidiendo ser profetas de esta nueva era, mensajeros de su amor, capaces de atraer a la gente hacia el Padre y de construir un futuro de esperanza para toda la humanidad.
El mundo tiene necesidad de esta renovación. En muchas de nuestras sociedades, junto a la prosperidad material, se está expandiendo el desierto espiritual: un vacío interior, un miedo indefinible, un larvado sentido de desesperación. ¿Cuántos de nuestros semejantes han cavado aljibes agrietados y vacíos (cf. Jr 2,13) en una búsqueda desesperada de significado, de ese significado último que sólo puede ofrecer el amor? Éste es el don grande y liberador que el Evangelio lleva consigo: él revela nuestra dignidad de hombres y mujeres creados a imagen y semejanza de Dios. Revela la llamada sublime de la humanidad, que es la de encontrar la propia plenitud en el amor. Él revela la verdad sobre el hombre, la verdad sobre la vida.
También la Iglesia tiene necesidad de renovación. Tiene necesidad de vuestra fe, vuestro idealismo y vuestra generosidad, para poder ser siempre joven en el Espíritu (cf. Lumen gentium, 4). En la segunda lectura de hoy, el apóstol Pablo nos recuerda que cada cristiano ha recibido un don que debe ser usado para edificar el Cuerpo de Cristo. La Iglesia tiene especialmente necesidad del don de los jóvenes, de todos los jóvenes. Tiene necesidad de crecer en la fuerza del Espíritu que también ahora os infunde gozo a vosotros, jóvenes, y os anima a servir al Señor con alegría. Abrid vuestro corazón a esta fuerza. Dirijo esta invitación de modo especial a los que el Señor llama a la vida sacerdotal y consagrada. No tengáis miedo de decir vuestro «sí» a Jesús, de encontrar vuestra alegría en hacer su voluntad, entregándoos completamente para llegar a la santidad y haciendo uso de vuestros talentos al servicio de los otros.
Dentro de poco celebraremos el sacramento de la Confirmación. El Espíritu Santo descenderá sobre los candidatos; ellos serán «sellados» con el don del Espíritu y enviados para ser testigos de Cristo. ¿Qué significa recibir la «sello» del Espíritu Santo? Significa ser marcados indeleblemente, inalterablemente cambiados, significa ser nuevas criaturas. Para los que han recibido este don, ya nada puede ser lo mismo. Estar «bautizados» en el Espíritu significa estar enardecidos por el amor de Dios. Haber «bebido» del Espíritu (cf. 1 Co 12,13) significa haber sido refrescados por la belleza del designio de Dios para nosotros y para el mundo, y llegar a ser nosotros mismos una fuente de frescor para los otros. Ser «sellados con el Espíritu» significa además no tener miedo de defender a Cristo, dejando que la verdad del Evangelio impregne nuestro modo de ver, pensar y actuar, mientras trabajamos por el triunfo de la civilización del amor. 
Al elevar nuestra oración por los confirmandos, pedimos también que la fuerza del Espíritu Santo reavive la gracia de la Confirmación de cada uno de nosotros. Que el Espíritu derrame sus dones abundantemente sobre todos los presentes, sobre la ciudad de Sydney, sobre esta tierra de Australia y sobre todas sus gentes. Que cada uno de nosotros sea renovado en el espíritu de sabiduría e inteligencia, el espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y piedad, espíritu de admiración y santo temor de Dios.
Que por la amorosa intercesión de María, Madre de la Iglesia, esta XXIII Jornada Mundial de la Juventud sea vivida como un nuevo cenáculo, de forma que todos nosotros, enardecidos con el fuego del amor del Espíritu Santo, continuemos proclamando al Señor resucitado y atrayendo a cada corazón hacia Él. Amén. 
(RADIO VATICANO)